Hechizos
de una noche.
Desaparecer, efecto de esa mirada.
Mirada fundida entre tus latidos,
magia
inofensiva y mortal,
guerras contra el silencio.
Rehén de tus caprichos y tu espalda,
juego con disimulo,
sedienta de besos tan
asesinos como esa piel al rozarme.
No hay arma contra tu presencia,
entrega,
culpa o creación.
Ahogo despojado de tiempo,
disparás contra mis células,
quemás mi razón,
detenés sensaciones…
lluvia de ausencias, laberinto a destruir.
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