balanceándonos de un extremo a otro.
El hilo que nos pende, a veces es tan débil que puede quebrarse,
y dejarnos caer en destinos diferentes.
A veces, es irrompible, con una fuerza generadora de risas y amor.
A veces, tu mano desequilibra, otras, son mis palabras.
Hay momentos en que no llegamos a tomarnos (en esa accion pendular)
o chocamos por la desbordante energía.
Hay una razón por la que siempre volvemos
a ese mismo punto de (des) equilibrio...
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