[“...Cuando esté triste, miraré de noche las estrellas. Para mí tú serás una de ellas. Entonces me deleitará contemplarlas. Las personas tienen estrellas que no son las mismas… Para unos que viajan las estrellas son guías. Para otros que son sabios, son problemas. Para los hombres de negocios, las estrellas son oro. Pero todas esas estrellas callan. Yo tendré estrellas como nadie las ha tenido. ¿Qué quiere decir? Que cuando mire al cielo de noche, como tu habitarás en una de ellas, como siempre reirás en una de ellas, me parecerá como si todas las estrellas rieran. ¡Yo tendré estrellas que saben reír! Y cuando me haya consolado, me sentiré contento de haberte conocido. Tendré deseos de reírme siempre contigo. Abriré a veces mi ventana, así por placer… Y mis amigos se asombrarán mucho de verme reír mirando al cielo. Entonces les diré: Si, las estrellas siempre me hacen reír. Ellos me creerán loco y entonces tú me habrás jugado una mala pasada. La sonrisa y los buenos recuerdos se convertirán en el broche que llevaremos por siempre para recordar a esas personitas que por una u otra razón tuvieron que dejarnos...”]
[Antoine de Saint-Exupéry. El Principito]
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